Sunday, May 21, 2006

Oda a una noche fría


Frío es daño,
es el dañar cotideano,
es la esencia de todo
lo que nos quiere muertos.

Encuentra refugio,
huye una y otra vez.
El afuera te persigue,
tiritando por múltiples causas.

Conservaré esta comedia,
así, en el frío, afuera.
Bautizaré sus refugios
con pueblos y ciudades del recuerdo.

Confiaré en adentros,
en térmica indiferencia.
El frío no existe
a puertas cerradas,
en bocas cerradas.

Todo es encierro
cuando el frío se cuela.
Cuando el intruso se aproxima.
Cuando no sientes los huesos.

Todo está congelado,
todas las sonrisas,
todos tus recuerdos,
todo lo que queda.

El viento no abraza delincuencia,
ellos ríen bajo cero.
Pulen la escarcha en violencia,
encierran tus ganas de volar.

Todo el frío ajeno,
ahora es tan tuyo.
Témpano de distancias
tu soga y la mía.

Sólo recorre el frío
mis tierras entumidas.
Todo se congela.
He aquí mi ciudad intacta.